Libres como los Guerreros Apache en la Gran Pradera Americana. Libres para correr. Libres para cabalgar. Libres para danzar. Pero sobre todo... Libres para pensar y sentir. Bienvenidos a nuestra tribu. Bienvenidos a la Filosofía Apache.
Truncados los sueños que en el vacío se desplomaron.
Amores los de muchos que lejos ya quedaron.
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Difícil es perder en una sociedad para la que solo vale ganar. Provecho, crecimiento o progreso fueron solo algunas de las falsas entelequias que, como cochinos, engullimos. Eres lo que vales y vales lo que tienes. Es el "trending topic", y si no, te quedas fuera, obsoleto, desconectado.
El percal no carece de un cierto sentido de ironía. Pudiera ser la "pérdida" la más democrática de las leyes. A todos nos toca por igual y a todos el destino por ella nos hace pasar.
Todo empieza con aquel amor de verano del que no volviste a saber jamás y con aquel abuelo para el cual no hubo despedida. Pudieron ser las más sufridas, pero no las más dolorosas. Esas estarían aún por llegar. Perderías inocencia, ilusiones, romances, juventud y.... a quien más amabas. Es a partir de entonces cuando ya te quedaste "Out of Tears"...
Mucho se habla en estos días de la vulneración de nuestras libertades. Y lo cierto es que dicho encadenamiento va más allá de la restricción de nuestros movimientos en un espacio de confinamiento. Desinformación por parte de las corporaciones, adoctrinamiento ideológico, venta de nuestra privacidad digital a compañías de medio mundo, bombardeo comercial a través de los medios y dependencia tecnológica son solo algunas de las nuevas formas de esclavitud en una fluctuante realidad que se nos escapa de las manos.
Y es en esta prisión del siglo XXI donde muchos son los que se jactan con alevosía de libertad de expresión por decir lo que les da la real de la gana, donde y cuando les place. Pero pocos son los que advierten que gozar de libre expresión no legitima para creerse libre de pensamiento. La mayoría nacen, viven y mueren confinados por una educación sectaria, presiones, responsabilidades y opiniones ajenas. Que la actual debacle no deje títere sin cabeza es algo más que evidente, pero también pudiera ser el naufragio del sistema la oportunidad a la que agarrarse para allanar el camino a una nueva realidad en la que volemos libres como pájaros.
No cabe duda que el tsunami pandémico al que nos enfrentamos va a marcar un antes y un después en todas las dimensiones de nuestra existencia. Mucho que analizar... Mucho que reflexionar... Mucho que cambiar.
Que en plena era cibernético-tecnológica un simple virus nos haga dar de bruces a la sociedad consumista del siglo XXI no es casualidad, sino causalidad por nuestra infame osadía a la hora de destruir ecosistemas, agotar recursos y hacer extinguir especies masivamente. El zarpazo de lleno en las fauces de a eso a lo que llaman "progreso" no solo es la contrarréplica a un mundo superpoblado cada vez más globalizado, sino todo un atentado contra nuestro vigente macrosistema económico, al que le hace tambalear como si de un mono desnudo sobre el hielo se tratase.
Mucho se habla de la incipiente crisis económica del día D, recesión y demás movidas a las que ya estamos crónicamente acostumbrados. Pero crisis.... ¿Por qué?...
¿Por la posibilidad de ser felices con mucho menos?
¿Por desterrar el progreso consumista-económico?
¿Por más cooperar y menos competir?
¿Por ser más social y menos individual?
¿Por la posibilidad de vivir en equilibrio ecológico con nuestro planeta?
Para todos aquellos que han ostentado siempre a tener "Everything now", la caja de Pandora ya ha sido abierta....
